miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una copa en Huesca.



Lejos queda ya la última decepción copera del FCBarcelona. Aquella triste noche, el Barcelona caía 1-0 en el campo de la Gramanet para decir adiós a la Copa del Rey a las primeras de cambio, en la temporada 2004/05. La marcha en la competición para Frank Rijkaard no pudo ser peor, aunque todos esperamos unos éxitos similares para el nuevo Barça de Luis Enrique. Si el técnico asturiano cayó a estas alturas la temporada pasada ante el Athletic de Bilbao, no debería de sufrir mayores riesgos con todo un conjunto culé ante un rival de inferior categoría. De cualquier modo, debemos de tomar como ejemplo la superación de esta ronda en campañas recientes, símbolo a la postre de una buena marcha en la competición.

Aunque parezca contrario a primera vista, generalmente vemos al FCBarcelona como un equipo de fondo, que se desenvuelve mejor en trofeos de regularidad y de larga duración. Incluso, para muchos, existe la idea preconcebida de que albergan mayores posibilidades de vencer a los blaugrana en sistema de eliminatorias. Mucho más lejos de la realidad. En las últimas 8 ediciones, el conjunto culé acumula: 1 octavos de final, 3 semifinales, 2 subcampeonatos y 2 títulos. Hablamos tan sólo de 4 rondas no superadas, 26 eliminatorias ganadas y 2 finales conquistadas, contra equipos de toda índole, condición y sin importar el factor de jugar en campo contrario la vuelta. Hemos superado encerronas, remontadas y logrado superar muchas adversidades de una competición claramente dominada en la década reciente. Si a ello, en un estudio generalizado, añadimos las fases superadas a doble partido en Europa, el cálculo nos lleva a pensar que sí, somos un equipo muy copero, más allá de que demostremos una gran regularidad en la Liga Nacional.

El Huesca, se presenta en esta nueva andadura como un rival incómodo para medirse en la primera ronda. Si la cautela reina de entrada, el equipo aragonés marcha en una privilegiada tercera posición en el grupo II de la Segunda división B. Los oscenses, llegan en un buen estado de forma, siendo uno de los equipos menos goleados de la categoría de bronce, acumulando una racha de 4 victorias seguidas. Además, su último encuentro liguero ha sido aplazado, por lo que acudirán al choque en El Alcoraz con todas las garantías físicas. Ante la batalla, Lucho debe de introducir variantes en el once pero mantener al menos un titular por línea para que el conjunto se muestre sólido, y no se deje sorprender en los primeros minutos de juego. Habrá tiempo para ver caras nuevas y saber si Jordi Masip será de la partida en un encuentro cuyo objetivo pasa por no perder el partido y lograr anotar algún gol de visitante. A fin de cuentas, tenemos mucho más que perder que ganar.

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