lunes, 22 de diciembre de 2014

Goleada para terminar el año.



El FCBarcelona solventó el último compromiso del 2014 con holgura, brindándole una última goleada a una afición que ha sufrido mucho a lo largo del año, en detrimento de un timorato Córdoba CF. El choque se presentaba un tanto entumecido para todos, en un horario que requiere un buen componente de cafeína para engancharse. De hecho, pese al tempranero gol de Pedro que podía prometer mayores emociones, ni la grada ni el equipo terminaron de encontrar la motivación ideal para el partido. Solo el tramo final sirvió de abrigo para mermar el frío invernal y el escalofrío de Getafe que aún no habíamos espantado del todo. Sin embargo, la victoria cayó del lado culé, por pura inercia para regocijo de todos.

Es una de esas victorias que pasan desapercibidas pero que corresponden con los mismos puntos que cualquier otra. Generalmente, el premio por ganar parece menor, y sólo un pinchazo llamaría la atención del aficionado, como ocurriera en su día tras la visita del Celta de Vigo. Por ello, no debemos de menospreciar el 12º triunfo de la campaña liguera, que nos permite afrontar con más energías si cabe el nuevo año, con la esperanza de terminar lo más arriba posible esta primera vuelta del campeonato, en la que restan tan solo tres encuentros. No obstante, el Córdoba, venía en línea ascendente tras ganar a domicilio en San Mamés, y quizá encajar el primer gol a las primeras de cambio echara por tierra un planteamiento que nos pusiera en mayores dificultades. Nunca es fácil materializar 5 goles, y los andaluces precisamente no eran de los conjuntos más frágiles defensivamente, como mostraban sus 22 goles en contra, el menos goleado de la parte de abajo de la tabla. De hecho, tras el mazazo del primer tanto aguantaron el envite del resultado hasta el descanso, sacudiéndose poco a poco la presión.

Pero un Barcelona que presentaba nuevos recursos, puso la directa en la segunda mitad. Pedro con mucha intensidad, y un incisivo Luis Suárez, sentenciaron el choque para abrir la cuenta anotadora del uruguayo en Liga. A partir de ahí, tuvimos tiempo para ver la mejora táctica del Barça de Luis Enrique, que convirtió un nuevo gol a balón parado a través de Piqué, en un ejercicio de estrategia similar al que vimos ante el Espanyol y que puede ser digno de estudio en próximas fechas. Leo Messi, se sumó a la fiesta a última hora, con dos tantos de bella factura que certificaron la mejoría del equipo de Lucho, que tras el último parón, cerró 11 partidos oficiales con 10 victorias, cediendo solo 1 empate en Getafe, entre todas las competiciones. Si bien se concretan ciertos detalles, otras preguntas quedan en el aire, como la incógnita sobre la continuidad de Montoya, ahora que ha disputado dos partidos seguidos de titular, o el asentamiento de Rakitic como un fijo en el once inicial. Son dudas menores comparadas con la incertidumbre de hace un par de meses, pero suman también grandes ilusiones para el nuevo año en el que debe de asentarse definitivamente un nuevo proyecto, que continúa intacto, y en el que seguimos confiando. Be Believe.

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