martes, 2 de junio de 2015

Más Fútbol y Menos Humo.

Texto realizado por Marcos Lozano, voz autorizada que vive en primera persona las distintas corrientes derivadas de los últimos acontecimientos que han tenido lugar en el panorama futbolístico y político actual. También lo podéis encontrar en su blog: http://thedarkcritic.blogspot.com.es/

Dice así...



Ya lo decía mi padre, qué tendrán que ver los cojones para comer trigo…

No soy hombre de meterme en este tipo de “fregaos”, pero tampoco soy inmune al bombardeo mediático y de las redes sociales, así que por una vez, y quizás también para que sirva de precedente, voy a dar mi opinión sobre la ya famosa pitada al himno nacional español.

30 de Mayo de 2015, día de fútbol, final de Copa entre el Athletic Club y el Barça en el Camp Nou. Un día que debería ser recordado por las muchas, muchísimas horas y muestras de convivencia ejemplar entre los aficionados de ambos equipos por las calles de Barcelona, por el incansable apoyo de una de las mejores aficiones de nuestra Liga, si no la mejor, a su equipo, por los 60 minutos largos de impresionante fútbol del Barça, o por la enésima exhibición de Messi.

En lugar de eso, se ha dedicado mucha más tinta y saliva a lo sucedido durante apenas un minuto previo al inicio del partido. Deporte y política, como agua y aceite, nunca deberían mezclarse; son idiomas diferentes, simbologías diferentes, valores casi antagónicos. Ya nos lo recordaba el grandioso spot del Atlético de Madrid hace unos años.



Y es que aquí se enfrentan dos sensibilidades entre las que, en este caso concreto, casi todo el mundo tiene parte de razón, y al mismo tiempo nadie la tiene.

Como “charnego” que soy (catalán hijo de inmigrantes), he desarrollado mi propio punto de vista respecto a la actual situación. Entiendo y respeto el sentimiento de identidad nacional catalana dentro del marco de la convivencia pacífica, y por supuesto, apoyo firmemente la consolidación de su patrimonio cultural y la lengua catalana, de los cuales me siento orgulloso, así como de otros patrimonios pertenecientes a mi linaje. Esta es una postura que siempre he defendido extrapolada a cualquier identidad nacional y cultura. No hay mayor tragedia que negar cualquier singularidad para reafirmarnos en una homogeneidad imaginaria. Sin embargo, creo que el movimiento independentista actual responde más bien a una situación de rechazo a la incompetencia de los gobernantes a nivel nacional, y a una manipulación interesada a nivel territorial, que a un verdadero sentimiento identitario por parte de muchos (aunque esa, es otra historia). Rechazo absolutamente la manipulación en ambos sentidos, y por supuesto condeno la proliferación y manifestación del odio y la violencia en cualquier dirección.

Y aquí voy a abrir un pequeño paréntesis. Durante mi infancia, mucho antes de que todo esto empezara, o mejor dicho, mucho antes de que se convirtiera en trending topic, pasaba casi todos los veranos en la Andalucía natal de mis padres. Y entre todos los amigos que allí hice, nadie me trataba de manera diferente, salvo por la constante (y sanísima) curiosidad de cómo se dice esto o aquello otro en catalán y preguntas por el estilo. Y sin embargo, el coche de mi padre, taxista de profesión por aquel entonces, cada año volvía con alguna cicatriz: cuando no era un escupitajo, era una rayada, una pedrada, o una rueda pinchada. De la misma manera, imagino que mucha gente con matrícula de Madrid en Cataluña podrá contar experiencias similares. Lo que vengo a querer decir con esto, es que el odio, ejercido de manera impersonal y cobarde, siempre ha estado ahí. La violencia está latente en nuestra propia naturaleza, y la razón no siempre es capaz de combatirla. A veces a duras penas está presente… Es fácil odiar a una masa sin nombre que no comulga con nuestro ideario, sin embargo, solo unos pocos desalmados serían capaces de odiar a un amigo por un desencuentro en estas cuestiones.
Pero no nos equivoquemos, con la ley en la mano, lo que ocurrió el sábado en el Camp Nou es un acto democrático y legítimo. Para mí, desafortunado en la forma, y sobre todo, en el escenario. Capítulo aparte merece la sornesca expresión de Artur Mas, quien sí participa de ese “juego” y sus mecanismos, y como tal debería acatar las reglas del mismo, o en su defecto, ausentarse del evento. Pero vayamos por partes.



El Ministerio de Presidencia valoró el hecho como "una falta de respeto para este deporte, para el conjunto de los aficionados y para todos los españoles, que tienen derecho a disfrutar de este partido como lo que es, un espectáculo deportivo, y, al mismo tiempo, a ser respetados a través de los símbolos que nos representan a todos y a nuestra democracia".

Remarco en negrita lo que más me interesa, aunque en general el párrafo no tiene desperdicio. Sí, todos tenemos derecho a disfrutar un espectáculo deportivo como lo que es. Tanto los españoles, se sientan o no como tal, como todos los espectadores de cualquier otra nacionalidad e ideología que vieron el partido. Algunos con bochorno, otros con sorpresa, y otros sin entender absolutamente nada… Y en ese sentido, deberíamos tomar buena nota de lo que se hace en otro país con diferentes identidades y sensibilidades nacionales como Gran Bretaña. Empezando por el nombre de las competiciones: La Carling Cup y la FA Cup. Ni Copa del Primer Ministro, Ni Copa Inglesa, ni Copa Británica. En el caso de la FA Cup, la competición tiene su propio himno, y en el caso de la Carling, desde hace algunos años, cuando se ha dado la posibilidad de que pudiera darse una falta de respeto en cualquier dirección, como en el caso de 2012 entre el Liverpool inglés y el Cardiff galés, no se han interpretado himnos. Todo, según la propia organización, para evitar faltas de respeto; nadie habló de violencia como sí se ha hecho de manera velada en este caso (aunque no en la nota oficial del Ministerio, que al menos en eso sí ha hilado fino).

La Copa “de SM El Rey”. Dejemos de lado las identidades nacionales, para ver lo absurdo de esos “símbolos que nos representan a todos”. Porque si cambiamos a alguien que no se siente español y por lo tanto, no representado por el himno nacional, por alguien que sí se siente español, pero no representado por la monarquía ni por el rey, la cosa cambia. El problema de fondo es el odio que genera desde la distancia un sentimiento y otro, siendo ambos legítimos mientras se ejerzan dentro del marco de la convivencia pacífica, ¿verdad? Quizás es más fácil respetar lo que no se comparte que lo que no se comprende. Y en ese punto, seguro que haciendo un poco de introspección, todos encontramos algún ejemplo que aplicarnos a nosotros mismos.

Por otro lado, puedo entender al aficionado que se siente ofendido por el gesto. Sobre todo me solidarizo con quien lo vive así, siendo aficionado a cualquiera de los dos equipos, forzado por unos y otros a presenciar algo hasta cierto punto evitable. En primer lugar, por parte de las propia organización y naturaleza de la competición como he descrito en el párrafo anterior, y en segundo, por existir maneras más acertadas, y sobre todo, escenarios muchísimo más propicios a mi modo de ver, para manifestar ese tipo de sentimientos; pero no, en esta sociedad que nos ha tocado vivir, todos queremos medirnos las pollas constantemente: no tocar mi himno es una derrota, no silbarlo, tres cuartos de lo mismo.

Pero cambiemos por un momento de sentimientos nacionales y de escenario… Realmente me pregunto si todos esos indignados condenan con la misma vehemencia la sonora pitada a La Marsellesa que se vivió en el Vicente Calderón.



Me pregunto si todos los que incluso piden la expulsión de ambos equipos de la competición verían bien, y hasta pedirían de manera ostentosa que España fuera expulsada de las competiciones a nivel de selecciones por aquel acto. Equipos que por cierto, nada tienen que ver con lo exprese o deje de expresar el público asistente. Y es que muchas veces, solo vemos la paja en el ojo ajeno. Aunque de puertas a fueras, queramos venderlo como el ojo propio, solo que un poco estrábico…

El mayor problema aquí, como he dicho antes, es de inclusiones. Ningún aficionado de un equipo se va a sentir ofendido porque se silbe el himno del contrario, algo que se asume como natural cuando son himnos que solo representan a un equipo, y difícilmente un español se va a sentir francés en este ejemplo (aunque también existen casos de doble nacionalidad), mientras que sí hay aficionados y simpatizantes del Athletic y del Barça que se han sentido ofendidos por escuchar a otros aficionados de su mismo equipo silbar un himno por el que sí se sienten representados. De ahí que considere que a los asistentes que silbaron (porque a los que no nadie los ha contado…) les ha faltado mano izquierda. También le ha faltado a quienes se pasaron los días previos medrando y coaccionando, conscientes de que a mayor acción, mayor reacción.

Tomarlo como una afrenta personal, y hasta como he leído por ahí, dejar de simpatizar con el equipo, me parece una niñería o un canto al viento por generar aún más humo y conseguir muchos RT’s, Favs, Likes, y toda esa retaíla de palabrejas que nada tienen que ver con la cuestión de fondo que pretenden vender. Y entre toda esa marabunta, los que ocupamos un espacio de neutralidad ideológica, y que además veníamos a disfrutar de todo lo demás, tenemos que soportar que personajes que en su puta vida han sido ejemplo de nada que tenga que ver con el respeto y la tolerancia, se conviertan en abanderados de las enardecidas masas con sus afilados tweets e incendiarias declaraciones. La mayoría, infinitamente más extremas que un inofensivo silbato, pero al parecer menos hirientes.

Supongo que ya vamos viendo por dónde van los tiros…

Y mientras todos confrontan nuevamente dos sensibilidades irreconciliables aunque no necesariamente enfrentadas como se empeñan en hacernos creer, no se habla DE FÚTBOL. No se habla del aplastante resurgir de un equipo al que se quiso dar por muerto hace cuatro días mal contados; todo ello mientras se vaticinaban ciclos triunfales, días de gloria, ambrosía, títulos por doquier e inimaginables deleites por parte de otro equipo que cierra un nuevo curso de inversión multimillonaria con las manos vacías. No se habla de la enorme e inalcanzable diferencia entre un Messi recuperado y cualquier otro jugador del planeta (en lo que a mí respecta, incluso de la historia, pero es algo de lo que os hablaré en otra ocasión, entendiendo que haya debate al respecto). No se habla de Luis Enrique, salvo para sembrar la duda de si se va o se queda, una vez cerrado el capítulo de su “insalvable” relación con Messi. Nadie se retracta de los improperios lanzados contra su estilo, que mezcla el sello de identidad de este equipo con algunas variantes que le confieren mayor verticalidad y pegada, y al mismo tiempo una mayor solvencia defensiva, sin contar un inmejorable trabajo físico así como en el terreno de la estrategia. No se analizan los datos que lo refrendan. No se habla de un Rakitic que en cualquier otra liga habría empequeñecido el tan ladrado fichaje de Kroos, de la recuperación de Piqué entre la élite, del incombustible Mascherano, del coraje y el juego instintivo de Luis Suárez… y si se habla de Neymar, válgame el cielo, es por sus “imperdonables provocaciones”, cuando semana tras semana tenemos que escuchar como se justifican linchamientos y otras provocaciones de las que no se hacen con un balón en los pies. Bendita provocación… más artistas y menos tuercebotas es lo que todos deberíamos querer para este deporte.


Mientras se habla de comisiones antiviolencia reunidas de urgencia en modo alerta nacional, mientras se habla de himnos, de banderas y de humo, no se habla de FÚTBOL. Y para un apasionado de este deporte como un servidor, no existe tragedia ni falta de respeto mayor…

viernes, 26 de diciembre de 2014

Las variables tácticas de Luis Enrique (II).

Dos derrotas seguidas propiciaron el cambio: tras caer en el Bernabéu (3-1) y ante el Celta de Vigo en casa (0-1) ya con Luis Suárez en el once, Luis Enrique decidió apostar por el esquema definitivo que desde un principio le rondaba la cabeza. A fin de cuentas, el uruguayo, había firmado por el FCBarcelona para darle la vuelta de tuerca definitiva al equipo y ofrecer el cambio de aptitud y actitud que tanto reclamaba, que sirvió para encontrar la mejor versión del resto de futbolistas. Echamos un vistazo al dibujo empleado:

Barca3 - Football tactics and formations

De este modo, en los 11 partidos siguientes, el FCBarcelona logró 10 victorias y sólo cedió un empate en Getafe, en un encuentro mucho más controlado que sus predecesores choques a domicilio, aunque el resultado no acompañara. 39 goles a favor por tan sólo 5 en contra, consechando 5 victorias fuera de casa.

Ajax Ámsterdam 0-2 FCBarcelona.
UD Almería 1-2 FCBarcelona.
FCBarcelona 5-1 Sevilla FC.
Apoel Nicosia 0-4 FCBarcelona.
Valencia CF 0-1 FCBarcelona.
SD Huesca 0-4 FCBarcelona.
FCBarcelona 5-1 RCD Espanyol.
FCBarcelona 3-1 París Saint Germain.
Getafe CF 0-0 FCBarcelona.
FCBarcelona 8-1 SD Huesca.
FCBarcelona 5-0 Córdoba CF.

La mejora de los jugadores también resultó evidente: Piqué, con otro central puro de sus características acompañándole en el centro de la zaga, alcanzó su mejor nivel en los últimos encuentros, y el equipo consiguió una mejora notable en la salida de balón desde atrás que poco a poco se estaba perdiendo. Jordi Alba y Alves, con subidas menos necesarias hasta línea de fondo, recuperan un espacio a sus espaldas tapado por las caídas a los laterales de un centro del campo más rudo y dinámico, con las constantes ayudas de un doble pivote (Busquets-Macherano) y el trabajo de Rakitic. Cuando el rival no apura tanto su trabajo ofensivo, Xavi o Iniesta pueden tener un lugar en el once, nunca los dos. No tener la necesidad de imponer dos creadores, viene dado por el retraso de Messi y Neymar de sus posiciones de ataque, gracias a la figura de un Luis Suárez que se me mueve con soltura por el área. De este modo, si con los anteriores mediocampistas citados ganamos capacidad defensiva, con la técnica de dos puntas de gran nivel de combinación, unidos a un tercer centrocampista de creacción, el aspecto ofensivo se mantiene intacto. De ahí los excelentes números alcanzados.

El resto de alternancias durantes los partidos:

Como vimos en el anterior artículo, la escasa movilidad y el fútbol plano y previsible, además de estéril defensivamente, dio paso a un fútbol mucho más dinámico, en el que las alternativas tácticas y técnicas a lo largo de un partido se suceden desde el pitido inicial. Los jugadores, con mayor libertad de movimiento, pueden ocupar diferentes zonas del campo en función de las necesidades del equipo y del partido que se esté disputando. Así hemos podido observar estas alternancias:



En conclusión, el juego estático pasó a mejor vida y la pelota circula con velocidad por el centro del ataque y ambos costados. Además los jugadores que Luis Enrique pone en disposición, realizan un trabajo específico en repliegue que permite mantener la puerta a 0 en muchos partidos. Pedro y sobre todo Rafinha, pueden adquirir mayor protagonismo ante la cantidad de variables de juego. Como veremos en la siguiente entrega, Lucho también ha encontrado el sistema definitivo para las grandes ocasiones y partidos de dificultad alta, tanto en casa como a domicilio.

Soldados de Lucho: La Pizarra de Luis Enrique

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Las variables tácticas de Luis Enrique (I).

Luis Enrique fue contratado para llevar a cabo el cometido de recuperar la mejor versión de un equipo plano y horizontal, para llevarlo de nuevo al éxito a través de un sistema de variantes que pudiera volver a sorprender a nuestros adversarios, que cada año nos tenían mejor estudiados. El proceso es lento y complicado, y la adaptación de los jugadores a los nuevos conceptos requiere un proceso de calma, poco propicio en un club con necesidades permanentes y con ganas de gloria a corto plazo. Sin embargo, encontramos razones de peso que nos invitan a pensar que las alternativas existen y que podemos tomar ciertos atajos a la hora de afrontar los diferentes rivales que nos encontraremos en cada una de las competiciones. Nadie asegura el éxito a corto o medio plazo, pero estamos seguros de que un nuevo Barça se construye desde los cimientos, desarrollando una nueva idea que no incluye renunciar a los viejos principios de la filosofía blaugrana. Aquí, mostramos un resumen de las distintas variantes que ofrece este renovado FCBarcelona:

Los comienzos y defensas cerradas: La temporada comenzó condicionada por la ausencia de Luis Suárez hasta finales de Octubre. El calendario, empezaba midiéndonos a conjuntos fuertes defensivamente que esperarían en su campo hasta poder aprovechar alguna contra para resolver el partido. Luis Enrique optó por mantener el esquema final de la pasada campaña, aprovechando el juego por las bandas con dos carrileros que llegan hasta línea de fondo y dos extremos bien abiertos, dejando a Messi el camino libre por el medio combinando con Iniesta o Rakitic. Encontró su talón de aquiles en Málaga (0-0) donde un equipo embotellado resistió el envite, y terminó con la idea en el descanso de Almería (1-0 y 1-2) donde puso fin al juego opaco en la medular y estéril con los centros en banda. Aquí os reflejamos el tipo de esquema empleado:


Barca1 - Football tactics and formations


Para llevar a cabo este planteamiento, recurría a la acumulación de efectivos en la zona central del tablero, todos con la mira puesta en la portería contraria, mientras los laterales estaban poblados. Sin embargo, cualquier tipo de planteamiento ultradefensivo podía resistir un ataque que terminaba por sentirse estático, nulo de movimientos, y en el que las temidas contras rivales tenían su éxito ante un repliegue lento en el que Mascherano, el único hombre rápido que mantenía su posición, aparecía como el mejor del partido en labores defensivas cuando sabemos que no es un gran central en estático. La idea, desterrada por la gran cantidad de balones perdidos en circulación debido a la acumulación de efectivos, se perdió en el limbo y nunca volvimos a ver el juego insistente por bandas con centros prolongados hacia la nada que tanto nos desesperó el año pasado. Éste, llegaba a ser el dibujo que tanto nos cansamos de observar una y otra vez:



Barca2 - Football tactics and formations

Como veremos más adelante, Mascherano poco a poco fue perdiendo protagonismo en el centro de la zaga, pasando a ocupar un lugar de privilegio en el centro del campo, en un nuevo esquema diseñado por Lucho que ya no precisaba de un defensa rápido para frenar las acometidas rivales. Piqué y Mahieu, junto a Bartra, dejaron de alternarse las posiciones de central para ocupar cada uno de ellos una plaza. Incluso, en ciertas ocasiones se eliminó la circunstancia de tener dos carrileros ofensivos en banda colocando al central francés en el flanco izquierdo, por poner un ejemplo. Nunca más volvimos a ver la reiteración de centros al área que no encontraban destinatario entre una serie de jugadores inexpertos e incapaces de entrar con garantías al remate de gol. El toque ramplón, plano, horizontal y estático, dio paso al dinanismo, la transición y a la variedad de recursos ofensivos y defensivos, como veremos en la siguiente entrega.

martes, 23 de diciembre de 2014

Nuevo audio en clave azulgrana.


He tenido de nuevo la oportunidad de participar en el Programa "Yo no fiché a Romerito" que repasa la actualidad azulgrana de manera informal y consecuente. Un audio que hará las delicias de todos los culés interesados en las corrientes de opinión del FCBarcelona, y que escapa del control mediático de los medios de comunicación en unas fechas donde escasean las tertulias, debates o noticias deportivas. Espero que sea de vuestro agrado y lo disfruten, realmente merece la pena.

Feliz Navidad y Visca el Barça!


lunes, 22 de diciembre de 2014

Adiós al "annus horribilis".


La temporada 2012/13 auguraba un descenso paulatino de la etapa más gloriosa del FCBarcelona. Sin embargo, aquel año se terminó conquistando la Liga Nacional con una hegemonía nunca vista hasta la fecha. Pese a ello, el recorrido en la Copa del Rey y en Europa terminó en tragedia, para desgracia de una afición demasiado acostumbrada al deleite permanente. Quizás, debimos de prestar más atención a las palabras de Gerard Piqué tras caer ampliamente derrotados en las semifinales de la máxima competición europea: "Ya no somos los mejores". Puede que algunos no creyeran la evidencia de que todo llega a su fin, y seguramente, poco o nada hicieron desde la perspectiva institucional del club por revertir una situación que se tornó más amarga aún si cabe en el presente año que cerramos.

Las desgracias se fueron sucediendo a lo largo del calendario sucesivamente. Sandro Rosell, presidente hasta la fecha del FCBarcelona, presentó su dimisión a finales de Enero de manera sospechosa e instantánea. Para sorpresa de todos, el presidente interino Josep María Bartomeu, toma las riendas de un club totalmente desgobernado con la idea de quedarse hasta el final de un supuesto mandato que no le corresponde, descartando la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas. Indudablemente, fue un hecho que afectó a la plantilla blaugrana, que a los pocos días se dejó los primeros puntos en casa del campeonato, perdiendo 2-3 contra un Valencia venido a menos. Este partido, al que no se le ha prestado la debida atención, funcionó como bisagra para la cadencia futbolística de un equipo desmoralizado ante las tormentas que se avecinaban en el club. Las nubes negras que acechaban Can Barça, cubrieron por completo el enturbiado panorama culé con la llegada de la sanción FIFA por la que se impedía al FCBarcelona fichar en las dos próximas temporadas, ante una junta directiva que no supo hacer frente a los litigios pertinentes, ni contrarrestar la presión mediática ejercida en forma de acoso fiscal sobre Leo Messi o el fichaje de Neymar Santos.

Con la inestabilidad e incertidumbre por bandera, llegó un decisivo mes de Abril que se convirtió en el punto definitivo de bloqueo mental y fútbolístico para un conjunto con demasiados frentes abiertos. Fue así como llegó la eliminación en Champions League a manos del Atlético de Madrid, poniendo fin a una racha histórica de clasificaciones para semifinales del torneo que se alargaba por 6 años consecutivos. Seguidamente, un Barça que cada vez afrontaba con mayores dificultades los encuentros a domicilio se dejó gran parte de las opciones ligueras con un desastre en Granada, que le impedía depender de sí mismo para alzarse con el entorchado nacional. Como culmen, una dolorosa derrota en la final de la Copa del Rey ante el eterno rival, sin que en ningún momento existieran reales opciones de poder conquistarlo, pese a estrellar un poste en el descuento que nos hubiese llevado a la prórroga. Por si todo ello pareciera poco, el 25 de Abril fallecía Tito Vilanova, que no pudo ganarle la batalla al cáncer.

Mientras el Real Madrid marchaba triunfalmente en Europa, el destino quiso brindarnos nuevas ilusiones con la posibilidad de ganar la liga en casa ante el Atlético del Cholo Simeone. Sin embargo, pronto se disiparon las esperanzas y el Barcelona sucumbía impotente en su propio estadio ante los colchoneros, que mermados físicamente tras el esfuerzo, perdieron una semana más tarde la final europea en el último minuto ante el rival de la capital. Con este panorama, llegamos al verano con las vistas puestas en el Mundial como un soplo de aire fresco. Si bien pocos apostábamos por que Leo pudiera reivindicarse con Argentina, la celeste y blanca se plantó en la final contra todo pronóstico. Pero no era el año sin duda, y Messi cayó derrotado en la prórroga ante Alemania, en lo que muchos vimos un clavo ardiendo para llevarnos un buen sabor de boca de la temporada.

Con el anuncio del fichaje de Luis Enrique, algunos aún sacamos fuerzas de flaqueza para reengancharnos a la nueva temporada, en la que Zubizarreta, al frente de la secretaría técnica y con el permiso FIFA, se había encargado de desmoralizar, con una polémica política de fichajes que, o bien no dieron la talla en el momento decisivo, o ni siquiera llegaron a debutar. Además, Luis Suárez que se presentaba como la gran esperanza, resultaba sancionado hasta finales de Octubre, privándonos de disfrutar de su juego. Finalmente, acabamos el año perdiendo el liderato y recibiendo un nuevo golpe en el sorteo de Octavos de Final de la Champions League. Aun así, al menos vislumbramos ciertos aires de cambio, seguramente, los que debimos de tomar un año antes tras caer ante el Bayern de Munich por goleada. Solo el bunker que puedan formar los jugadores y el cuerpo técnico pueden devolvernos al éxito que una vez perdimos, en cuyo camino se han encargado de ponernos más obstáculos que nunca. 

Goleada para terminar el año.



El FCBarcelona solventó el último compromiso del 2014 con holgura, brindándole una última goleada a una afición que ha sufrido mucho a lo largo del año, en detrimento de un timorato Córdoba CF. El choque se presentaba un tanto entumecido para todos, en un horario que requiere un buen componente de cafeína para engancharse. De hecho, pese al tempranero gol de Pedro que podía prometer mayores emociones, ni la grada ni el equipo terminaron de encontrar la motivación ideal para el partido. Solo el tramo final sirvió de abrigo para mermar el frío invernal y el escalofrío de Getafe que aún no habíamos espantado del todo. Sin embargo, la victoria cayó del lado culé, por pura inercia para regocijo de todos.

Es una de esas victorias que pasan desapercibidas pero que corresponden con los mismos puntos que cualquier otra. Generalmente, el premio por ganar parece menor, y sólo un pinchazo llamaría la atención del aficionado, como ocurriera en su día tras la visita del Celta de Vigo. Por ello, no debemos de menospreciar el 12º triunfo de la campaña liguera, que nos permite afrontar con más energías si cabe el nuevo año, con la esperanza de terminar lo más arriba posible esta primera vuelta del campeonato, en la que restan tan solo tres encuentros. No obstante, el Córdoba, venía en línea ascendente tras ganar a domicilio en San Mamés, y quizá encajar el primer gol a las primeras de cambio echara por tierra un planteamiento que nos pusiera en mayores dificultades. Nunca es fácil materializar 5 goles, y los andaluces precisamente no eran de los conjuntos más frágiles defensivamente, como mostraban sus 22 goles en contra, el menos goleado de la parte de abajo de la tabla. De hecho, tras el mazazo del primer tanto aguantaron el envite del resultado hasta el descanso, sacudiéndose poco a poco la presión.

Pero un Barcelona que presentaba nuevos recursos, puso la directa en la segunda mitad. Pedro con mucha intensidad, y un incisivo Luis Suárez, sentenciaron el choque para abrir la cuenta anotadora del uruguayo en Liga. A partir de ahí, tuvimos tiempo para ver la mejora táctica del Barça de Luis Enrique, que convirtió un nuevo gol a balón parado a través de Piqué, en un ejercicio de estrategia similar al que vimos ante el Espanyol y que puede ser digno de estudio en próximas fechas. Leo Messi, se sumó a la fiesta a última hora, con dos tantos de bella factura que certificaron la mejoría del equipo de Lucho, que tras el último parón, cerró 11 partidos oficiales con 10 victorias, cediendo solo 1 empate en Getafe, entre todas las competiciones. Si bien se concretan ciertos detalles, otras preguntas quedan en el aire, como la incógnita sobre la continuidad de Montoya, ahora que ha disputado dos partidos seguidos de titular, o el asentamiento de Rakitic como un fijo en el once inicial. Son dudas menores comparadas con la incertidumbre de hace un par de meses, pero suman también grandes ilusiones para el nuevo año en el que debe de asentarse definitivamente un nuevo proyecto, que continúa intacto, y en el que seguimos confiando. Be Believe.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Las primeras 15 jornadas de Liga.

Hoy vamos a hablar de números. Muchas veces las estadísticas, se relacionan con dificultad con los estados de ánimo o las sensaciones que transmite un equipo. Sin embargo, en muchas ocasiones nos sirven para valorar con objetividad el verdadero rendimiento de un conjunto, llamado a superarse a sí mismo año tras año, y con la presión añadida por la obligación de ganar en todas las competiciones. Esta vez, nos ceñiremos a la comparativa tras 15 jornadas disputadas con respecto a las campañas de la historia moderna del FCBarcelona. Antes, podemos echar un rápido vistazo a las estadísticas que recogemos en esta web para el disfrute de todos vosotros:

Página Principal: Estadísticas FCBarcelona 2014/15









FCBarcelona 2014-15 (Luis Enrique):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 11.
Partidos Empatados: 2.
Partidos Perdidos: 2.
Goles a Favor: 36.
Goles en Contra: 7.
Golaverage:+29.

Puntos: 35.


FCBarcelona 2013-14 (Tata Martino):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 13.
Partidos Empatados: 1.
Partidos Perdidos: 1.
Goles a Favor: 42.
Goles en Contra: 9.
Golaverage: +33.

Puntos: 40.


FCBarcelona 2012-13 (Tito Vilanova/Roura):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 14.
Partidos Empatados: 1.
Partidos Perdidos: 0.
Goles a Favor: 50.
Goles en Contra: 17.
Golaverage: +33.

Puntos: 43.


FCBarcelona 2011-12 (4º año de Guardiola):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 10.
Partidos Empatados: 4.
Partidos Perdidos: 1.
Goles a Favor: 47.
Goles en Contra: 7.
Golaverage: +40.

Puntos: 34.


FCBarcelona 2010-11 (3º año de Guardiola):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 13.
Partidos Empatados: 1.
Partidos Perdidos: 1.
Goles a Favor: 46.
Goles en Contra: 8.
Golaverage: +38.

Puntos: 40.


FCBarcelona 2009-10 (2º año de Guardiola):

Partidos Jugados: 15.
Partidos Ganados: 12.
Partidos Empatados: 3.
Partidos Perdidos: 0.
Goles a Favor: 36.
Goles en Contra: 9.
Golaverage: +27.

Puntos: 39.