sábado, 22 de noviembre de 2014

Uno para todos...



Tras un primer período de rodaje en llano con plato grande y piñón fijo, sorteando algún que otro repecho y alguna lastimosa caída, el FCBarcelona afronta su particular Tourmalet haciendo frente a varios puertos de alta alcurnia que medirán la capacidad del nuevo Barça de Lucho justo antes del descanso navideño. El tramo y la semana son grandes, si contamos con la visita a Nicosia y Mestalla de la próxima semana o los partidos ante el París Saint Germain y el derby, que aguardan en el horizonte. Pero si algo hemos aprendido de la historia reciente es que el próximo compromiso es el más importante, y a cada partido comienza el ascenso del siguiente. Por tanto, el equipo va con todo esta noche ante el Sevilla FC en el Camp Nou, intentando evitar que se nos salga la cadena a las primeras de cambio.

Partimos con un pelotón resfriado por el dichoso virus FIFA, y precisamente Emery no suele traernos las mejores recetas para curarlo. El técnico vasco, experto en meter en problemas al conjunto culé en más de una ocasión, sabe complicarnos mucho las cosas incluso en las mejores épocas. El actual campeón de la Europa League, atraviesa por un momento de forma excelente y no cabe duda de que tiene argumentos de peso para poder contrarrestar la eficacia goleadora de los blaugrana. Los andaluces, que replegarán filas en sistema defensivo, intentarán marcar un ritmo lento a un pelotón que quiere imponer una marcha más para que no se le escape el choque. Nos apretarán en primer y tercer cuarto de cancha con un sólido 4-1-4-1, mostrando mucha intensidad al borde del área y tapando las acciones en banda con un claro 2 para 1 (algo que Emery aprendió en el Valencia para enfrentarse a Pep Guardiola). Cuando robe, tratará de salir al sprint alejándose del grupo perseguidor con un buen desplazamiento en largo buscando la espalda de los defensas o ganando terreno con los extremos, en los que Deulofeu puede ser de la partida en su regreso a casa.

Sin embargo, hay ciertas cosas que no se pueden parar. Si nuestro líder viene más cuestionado que nunca, no será extraño verle destacar entre las dos líneas de cuatro sevillistas para redimirse delante de su amada afición. Su cadencia de pedaleo es más fuerte en las rampas más duras, mientras que el Sevilla suele atascarse ya que le cuesta mucho recuperar posición tras pérdida de pelota, con un lento repliegue para ocupar la zona perdida. Si conseguimos presionar arriba, si la medular está tensionada y encima a los rivales haciéndoles sentir incómodos, puede que evitemos tanto los temidos contragolpes como que propiciemos nuestras mejores oportunidades de gol. De hecho, no es descabellado pensar que podemos abrir el marcador o finalizar alguna jugada de gol tras recuperación de pelota en campo rival.

Y es ahí donde Leo puede hacer mucho daño, custodiado por unos gregarios de lujo como Neymar y Luis Suárez. Si el uruguayo ya nos encantó en Almería, puede consagrarse en el templo azulgrana aprovechando su peligro por dentro y el descanso generado en una semana más corta de selecciones. Será hoy cuando comience una escalada que nos acompañará durante los próximos fríos meses de invierno, hasta asegurar una buena ventaja con los perseguidores y colocarnos como mínimo a rueda de los hombres importantes, para no perder comba de cara a las famosas etapas reina. El avituallamiento quedó kilómetros atrás, y ha llegado la hora de recuperar piernas y sensaciones delante de un público con ganas de volcarse con su equipo y deseoso de devolver el gesto al único que ha luchado por todos nosotros durante tanto tiempo, al hombre que les devolvió el orgullo, ese uno que jugó para todos...ahora todos jugamos para uno.

FCBarcelona 60% - 40% Sevilla FC



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