lunes, 17 de noviembre de 2014

El FCBarcelona B de Eusebio.



Eusebio Sacristán se hace cargo del FCBarcelona B en verano del 2011, asumiendo un reto que Luis Enrique había llevado a las cotas más altas realizando la mejor campaña de la historia del filial, que puso al técnico asturiano en el punto de mira de la Roma. Los cachorros, no sólo habían clasificado en tercera posición de la Liga Adelante, si no que lo hicieron desplegando un juego vistoso y ofensivo digno de la etiqueta de máximo goleador de la categoría. Además, muchos canteranos vivieronn su etapa de oro en blaugrana nutriendo al primer equipo, dirigido por Guardiola, de grandes perlas como Thiago Alcántara, sacando el mejor partido de jugadores como Jonathan Soriano o Nolito (hoy internacional absoluto), gracias a un sistema adaptado a las necesidades del club y a una organización enérgica y dinámica que mantenía a todas las promesas enchufadas de cara a la élite futbolística.

Sin embargo, la propuesta de Eusebio distaba un tanto de sus predecesores. Con un ánimo más calmado tras salir por la puerta de atrás de Balaídos, se hace cargo de la mejor cantera deportiva en aquellos momentos, produciendo una quiebra coyuntural en el rendimiento de los jugadores que afectará directamente a la suerte del FCBarcelona. Más allá de resultados deportivos, queda en evidencia que su función principal en la casa - la progresión de los jugadores antes del último salto a la primera categoría -, ha resultado desilusionante. Apenas unos pocos han llegado a completar la plantilla del Barcelona y la mayoría de ellos no lo han hecho en las mejores circunstancias, siendo un Rafinha curtido en el Celta de Vigo el único que ha llegado con ciertas garantías a las que agarrarse. El bagaje de su gestión, queda expuesto en la siguiente relación:

- Isaac Cuenca (2011).
- Cristian Tello (2011).
- Martín Montoya (2012).
- Marc Bartra (2012).
- Jhonatan Dos Santos (2012).
- Sergi Roberto (2013).

Parece evidente que la época dorada de los Puyol, Xavi, Messi...Thiago, Piqué o Busquets, queda ya lejos de la mano del técnico pucelano. Lucho hoy día, recurre a pupilos que ya conoce de su anterior etapa como Munir o Sandro sacándoles mejor rendimiento en el primer equipo que Eusebio en el filial, capaz de involucionar la carrera de Sergi Roberto o hacer jugar mal por primera vez en su vida a la estrella croata Halilovic.

Tampoco es descabellado llegar a esta situación cuando observamos la falta de intensidad por la que se caracterizan sus equipos. No es extraño ver a un equipo de Eusebio perdiendo tras una gran remontada del rival o desconectándose del partido cuando parece controlado. Por si fuera poco, el sistema de juego - ya abandonado de la idea del primer equipo -, no está muy bien definido y resulta un tanto anárquico, siendo los defensas los mayores damnificados por la apatía técnica, ausentes de conceptos tácticos que pagan muy caro el día de su debut en el Camp Nou. A todo ello, hay que sumar la escasa continuidad de unos jugadores que pueden pasar de un día para otro de la grada a la titularidad, manías personales del entrenador que terminan dotándoles de falta de carácter, y la nula trascendencia de la mayoría de sus fichajes.

La irregularidad del juego se aprecia en los resultados. Un equipo filial caracterizado por vivir de las rachas en la segunda categoría, le lleva a ocupar puestos de ascenso y descenso a lo largo de una misma temporada. Es cierto que los objetivos se van cumpliendo, que el equipo termina en la zona media alta de la tabla y que salva la categoría con holgura, pero no debemos olvidar que dispone de las mejores plantillas de la Liga Adelante. Jóvenes e inexpertos, es cierto, pero con hasta 14 jugadores internacionales, un peso muy grande para la categoría de plata. 

Las cuentas, están claras: se deben sacar 50 puntos para mantenerse en segunda división, pero el equipo está preparado para obtener un mínimo de 60 y ocupar la zona noble de la tabla. Lo consiga o no, para mí, la etapa de Eusebio Sacristán al frente del Barcelona B está finiquitada, se necesita un relevo generacional que active de nuevo los mecanismos y un moderno staff técnico que establezca los cimientos de la cantera culé. Y vosotros, ¿qué opináis de la labor de Eusebio?

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